Gitanos, la perseverancia de una libertad que los condena

Un pueblo sin fronteras, tratando de situarse en donde puedan y los dejen, sin leyes y obedeciendo una tradición oral, que se resiste a la globalización tecnológica, una educación familiar férrea e inquebrantable, con sanciones y consecuencias autorreguladas. Muchas de sus tradiciones y cultura, los constituyen en una nación. Una bandera y el respeto y obediencia a sus ancianos, como regentes de su propia identidad, es una de ellas. Podríamos agregar mucho más ya que su cultura es milenaria y su idiosincrasia muy particular, pero este pequeño recorte de características, intenta representar al pueblo Gitano.

Hicieron sus primeras migraciones desde la india, movilizándose en tres grandes diásporas, de las que llegaron a la argentina, la segunda y la tercera, luego de los intentos de extinción que sufrieron por parte de la Alemania Nazi, durante la 2° guerra mundial. Fueron instalando sus tradicionales carpas y automóviles en lugares al aire libre o cerca de asentamientos que los permitieron. Y llegaron a 300 mil, en las zonas de ciudad de Buenos Aires, Mar del plata, Córdoba y Comodoro Rivadavia

La cantidad en el Conurbano es de alrededor de 50 mil y la mayoría son nativos del país. Tienen su origen marcados en apellidos que remiten a Hungría, Moldavia, Rusia y España. Arrastran una dsicriminacion y un prejuicio, tan viejo como el de su existencia, se los llamo “los que no tienen lugar en el mundo”, fueron un pueblo peregrino sin espacio geográfico reconocido.

Durante el primer gobierno del General Perón, su congregación aceptó las leyes de la nación que los obligó a dejar su tradición nómada, para instalarse definitivamente bajo la amenaza de exiliarlos a la fuerza, se le pedía terminar con lo que se llamaba “ginateada”, cosa que terminaron de hacer solo más tarde, durante la dictadura militar y obviamente como repuesta al violencia ejercida por esta contra ellos, con la constante destrucción de sus carpas y la persecución de sus familias.

En cuanto a su educación es netamente familiar, no acostumbran a mandarlos a la escuela pública ya que no consideran necesario ese conocimiento para la idea de vida que tienen para con sus hijos, casi que limitan el aprendizaje a la matemática básica, la que si sienten indispensable para su futuras tareas. Pareciera algo totalmente surrealista en los tiempos de hoy, pero consideran la escritura y lectura como aspectos de segunda necesidad. Se refieran a la palabra como elemento suficiente para generar confianza y respeto, sin necesidad de papeles ni firmas.

Estos dos atributos son indispensables para las tareas en las que comúnmente se desarrollan, trabajan en el arreglo y venta de autos y por demás está decir, la idea que se tiene de ellos en estos rubros no es la mejor. El rol de la mujer fue siempre el hogareño pero hoy en día se las pude ver como vendedoras ambulantes.

Casamientos Gitanos

En lo que respecta al matrimonio, debe ser dentro de su mismo grupo étnico y todavía hoy, muchas veces es arreglado por los padres. La preservación de la virginidad femenina antes del casamiento es fundamental, si de todas maneras esto no ocurriese, la involucrada no pude lucir el característico pañuelo, ni llevar las polleras coloridas, que tanta identidad dan al grupo.

Las mujeres gitanas no deben tener trato con lo que ellos llaman “criollos”, se debe evitar que establezcan lazos amorosos que luego no se puedan cortar, pero los hombres si pueden tomar en matrimonio a una mujer que no es gitana, a la que llaman “paya”, siempre y cuando esta se incorpore a la vida y costumbres de su esposo.

 Su cultura enmarca los lazos de pareja dentro de lo que se llama linaje o afiliación patrilineal, es decir, siempre de la mano y a sugerencia o aceptación del padre. Antes que la familia de la mujer conceda a su hija a manos de su futuro marido, este debe pagar una dote o dinero, que se la considera una indemnización por haberse llevado al respectiva novia

Manos mágicas

Durante siglos se relacionó a las mujeres gitanas con lo esotérico, lo mágico, las maldiciones y rituales de tipo brujerías. Aun hoy muchas de ellas insisten en la práctica de muchas de estas conductas y se presentan como poseedoras de poderes .Conjuros, trabajos para conseguir o sostener el amor de una pareja y sobre todo la perla del postre, “adivinar el futuro con la lectura de manos” son todavía resabios de tiempos en que las gitanas se empoderaban como hechiceras. Estos según sus leyes son producto de un profundo deseo de quién lo practica, cuanto más intenso sea, más posibilidad hay que el hechizo se concrete, Se utilizan para ello cosas que sean naturales, no toman objetos transformados, la naturaleza de los objetos a utilizar para estas prácticas, es fundamental para obtener los resultados deseados

Como dijimos con el tiempo fueron obligados a dejar su carpas por casas para poder vivir, pero no dejaron la costumbre de tener pocos muebles y sentarse en almohadones, en lugar de sillas o de dormir en literas tendidas en el suelos, o de sentarse en bancos, que construyen en las puertas de sus casas para quedarse allí e interactuar con los vecinos

A pesar de estar insertado en el país, como lo hacen en todos los lugares donde están, se consideran una comunidad libre, sin  dependencia laboral, sin leyes que los limiten ,sin fronteras que los contengan, jamás renunciaran a aquello que le mundo les critica, su extrema y  utópica libertad. Son y serán un pueblo que en su inconsciente colectivo todavía nómade, sigue instalando y levantado carpas por todo territorio que los cobije, a cambio de más no sea, de una “lectura de manos”