La Zwi Migdal, engaños y prostitucion

Quien está detrás del personaje de M Eugenia Suarez (La China) en la novela de Pol-Ka 

El programa televisivo:” Argentina, tierra de amor y venganza”, es la superproducción donde M. Eugenia Suarez interpreta el papel de la prostituta polaca Raquel Liberman. Personaje de una parte de nuestra historia real, truculenta y macabra .Ella adquiere una importancia trascendental como antecedente de la lucha de las mujeres.

Aldo Moretti (Gonzalo Heredia), es un estafador que aprovechando la crisis en España, comienza realizar viajes y traer inmigrantes mujeres a la Argentina. Obviamente que engañadas y luego explotadas .Aquí entra el personaje que interpreta Suarez, que con una fisonomía y lenguaje alejado de la verdadera Raquel, expone esa conducta a la resistencia, que la misma tuvo.

Raquel Liberman (María Eugenia Suárez), es la joven polaca que  engañada que se  incorpora a una red de trata de personas. Al llegar al puerto de Buenos Aires, la llevan a un burdel regenteado por un empresario  llamado Samuel Trauman (Fernán Mirás).Allí es obligada a ejercer la prostitución como única alternativa de subsistencia

La verdadera Historia

Ruchla Laja Liberman

Nació en Berdychiv (actual territorio ucraniano). Al poco tiempo se trasladó a Varsovia. Al principio del siglo pasado, la vida en la Polonia era muy dura para miles de jóvenes judíos. Hambre, necesidades y marginalidad era la moneda de cambio. Para estos cualquier salida era  tentadora. Cualquier destino en el mundo podría ser un escape.

Ruchla, como tantas otras jóvenes polacas judías escapa hacia Argentina. Casada con Yaacov Ferber, quien ya había emigrado a nuestro país .Ella decide seguirlo con sus dos hijos pequeños. A  su arribo, luego de cruzar el océano, la familia se dirigió a Tapalqué, en la provincia de Buenos Aires. En ese pueblo, su cuñada Elke dirigía un negocio que simulando vender lotería, oficiaba de  prostíbulo y ella misma lo regenteaba

Al poco tiempo  Yaacov muere de tuberculosis. Ruchla, que para ese entonces ya era Raquel (se solían castellanizar los nombres de los inmigrantes) dejó a sus hijos al cuidado de gente de Tapalqué y se instaló en Buenos Aires. Esta dispuesta a ganarse la vida como sea. La prostitución, una marca de época, fue casi la única opción que encontró.

Las mafias se movían por todo Buenos Aires. Los había de todos los orígenes. Italianas, españolas, judías. La organización que con el tiempo ganó más fama fue la Zwi Migdal, de origen judío polaco. Paso a ser una enorme y establecida asociación delictiva dedicada a la trata de blancas. De la explotación de  aquellas mujeres,  engañadas o por voluntad propia, hizo su estrella y su propia cruz

La historia comprobada es que traían, adolecentes de Europa. Todas pobres, marginadas, matrimonios a distancia,  so pretexto de generar un dinero, para en un factible regreso.  Así la ilusión de ayudar a sus familias, las precipitaban a una tragedia. Les inventaban una vida prospera y pacifica que supliera las distancias. Todo este relato se caía al solo poner un pie en suelo argentino

La Zwi Migdal

Nació con otro nombre .Era la Sociedad Israelita de Socorros Mutuos Varsovia.  Organizaba algunas actividades sociales como hacían muchas de las entidades de comunidades instaladas en el país y contaba con una gran sede, en la Avenida Córdoba 3280.

Ese fue su nombre desde su creación en 1906 hasta que se vio obligado a cambiar. Debido a la extensa popularidad de sus conductas delictivas, entró en franco conflicto con la parte honrada  de la colectividad judía en la Argentina (que los expulsó formalmente de la misma).

Esto marcó un quiebre insalvable, una grieta histórica en nuestro país. Sobre todo marginó a un grupo, que intentaba lucrar con una actividad decadente y despreciada, por sectores los ortodoxos de dicha comunidad.

Dicen que fueron o eran  más de cuatrocientos socios-rufianes los que conformaban su mundo. Las chicas obligadas a trabajar  tuvieron  condiciones de vida deplorables. Eran esclavas sexuales. Explotadas, sin cuidados, dedicaban toda su existencia a servir sexualmente a los clientes que atiborraban los prostíbulos.

La casa central estaba en Lavalle y Junín, en el barrio de Once. El mito dice que las jóvenes atendían de 50 a 70 clientes diarios. Solo se sabe que las jornadas eran de doce horas. Sin embargo, de lo que no cabe duda es que pasaban de cliente en  cliente, sin ningún miramiento por su salud.

En esos años, la prostitución era una actividad legal y reglamentada (recién en 1936 se la prohibió). No así la trata de blancas. Lo que de ninguna manera presentaba algún tipo de garantía laboral a las trabajadoras.

Los burdeles aprovechaban esta situación, a costillas y más que nunca bien dicho, del abuso de los cuerpos, allí rehenes.

Las chicas, las que habían llegado engañadas y las que sabían a qué venían, no pudieron imaginar  las condiciones de vida a las que fueron expuestas. Eran esclavas sexuales, dedicaban toda su existencia a servir en los prostíbulos

El comienzo del fin

Raquel Liberman trabajó durante varios años en los prostíbulos de la Zwi Migdal.  Su  situación era un tanto  preferencial al resto. Eso le permitida tener mayor porcentaje en sus trabajo. Así, pudo finalmente comprar su libertad en $1.500. Esto le permitió seguir ejerciendo por su cuenta.

 Se casó con un tal José Korn, considerado por muchos  un mafioso parte de la Zwi. Este hombre  la estafó sin ningún reparo. Le robo 60 mil pesos y compró una casa que inmediatamente convirtió en Burdel. Korn  era más de lo mismo .El brazo de la Zwi Migdal parecía extenderse otra vez hasta Raquel

Esta quedó nuevamente en la calle. Pero comenzó su búsqueda de justicia. Una lucha que nadie imaginaba era capaz de seguir hasta las últimas consecuencias.

La ambición y la impunidad perdieron a la Zwi Migdal. Se cruzó con una mujer con determinación  cansada de las vejaciones.

Raquel tenía el mismo destino que las demás explotadas: entregar su juventud a las mafias y a los clientes. Envejecer prematuramente y ser reemplazada por otra más joven. Esta sería una chica sin el desgaste ni las marcas  que surcaban  cuerpo de Raquel, como una hoja de ruta de todos los abusos  sufridos.

La mujer reclamó por su dinero. Los 60 mil pesos eran su boleto de escape. Entonces denunció la estafa pero nadie creyó que la fueran a escuchar. ¿Quién le prestaría atención a una prostituta polaca? ¿Qué tipo de investigación no podrían detener con unas oportunas coimas?

Interviene la justicia

El comisario Julio Alsogaray de la comisaria 7ma. de la Ciudad de Buenos Aires ,con fama de incorruptible, la escucho y tomo su caso: hacía años que intentaba estar detrás de la organización y siempre chocaba contra un muro de complicidades. Raquel eligió seguir adelante. Encontró eco en un juez honesto, el magistrado Manuel Rodríguez Ocampo.

El Diario La Prensa y la Agencia de Noticias Di Presse hicieron su parte al llevar a cabo una amplia cobertura periodística que masificó el conocimiento popular sobre el tema.

Pero también muchas cosas estaban cambiando en el país. En 1930 se quebró el orden constitucional al ser derrocado el Presidente Hipólito Irigoyen por una facción militar de extrema derecha que instalo una dictadura. Su mirada sobre el orden moral sería distinta, más conservadora y menos tolerante. Siempre de acuerdo al lugar y a los intereses en juego

El General José Félix Uriburu era la cabeza, la institucionalización de un régimen político corrupto y fraudulento que manejó el poder por más de una década. Esto posibilitó la recuperación de parte del poder terrenal de la alicaída Iglesia Católica. En este nuevo escenario  la Zwi Migdal no tenía lugar  y había que silenciar su rol protagónico

Cae un Imperio

Raquel, que comenzó sólo reclamando su deuda, terminó denunciando y describiendo el funcionamiento de la red criminal. La Zwi Migdal no pudo resistir. Los tiempos y la temperatura  habían cambiado. El juez ordenó 108 detenciones. Aunque finalmente casi todos quedaron liberados. Sólo dos fueron condenados un par de años después.

Pero las circunstancias hicieron que el imperio se cayera a pedazos. La opinión pública disfrazaba de moralista, cierta actitud antisemita, acorde a los tiempos (en 1936 se proscribió por ley la prostitución.

Raquel no llegó a verlo, murió el año anterior. El impacto de las noticias y el sensacionalismo le dieron una gran repercusión a este caso específico. Aunque se  mantuvo  tolerancia con otras redes también importantes, establecidas en otras comunidades del país

Con su denuncia, Raquel provocó la caída de la Zwi MIgdal. Fue una consecuencia no planificada pero varios factores se unieron para que hasta la propia colectividad tuviera acciones concretas contra estos proxenetas .Fueron expulsados de la misma y vistos como parias hasta después de su muerte.

Cementerio de “IMPUROS”

Dada la marginación a la cual fueron sometidos, tanto los explotadores como sus explotadas, de parte de sus paisanos, se los clasificaba como “impuros”. Tras ser denominados de ese modo por   imposición de religiosos que regían las normas a seguir en el culto judío. La Zwi Migdal se vio obligada a tener un cementerio propio. Ese fue el único lugar donde pudo enterrar a sus muertos. .

 En 1906 inauguraron su cementerio. Más de 2000 hombres y mujeres encontraron un lugar donde ser enterrados. Hoy este cementerio está en estado de abandono y semi saqueado. Se encuentra adyacente al Cementerio Israelita de Avellaneda, ubicado en la Avenida Crisólogo Larralde al 4100, en el barrio de Villa Domínico.

Sobresalen allí y sorprenden, enormes lápidas tipo obelisco con la estrella de David. El silencio  recorre el lugar, abandonado por la vergüenza e invadido de yuyos.

La Zwi Migdal financiaba no sólo este lugar, sino que también importaba sus propios rabinos y construía sus sinagogas. Llegaron a controlar unos 2000 prostíbulos en todo el país, con unas 30.000 mujeres a sus órdenes, y moviendo una cifra de dinero incalculable.

Avellaneda ganó una triste fama en ese entonces, en el contexto de un régimen político conservador corrupto que lo permitía. Alii reinaba como intendente y jefe del Partido Conservador de la provincia, Don Alberto Barceló. Sin su complicidad política, la Zwi Migdal jamás hubiera podido desarrollar sus actividades, al menos en esa magnitud.

Lugar histórico

Hoy  el cementerio de impuras, es una rareza poco vista en todo el mundo y el primero que tuvieron los judíos en Buenos Aires. Es administrado en la actualidad por la Asociación Comunidad  Israelita Latina y esta  sellado, para así evitar que sea mirado y calificado como prueba viviente de lo que fue esa vergonzosa  explotación humana.

Quedan planteados como en cualquier historia leyendas, hipótesis, fantasmas, macabros recuerdos por un lado y románticos por el otro. Supuestas teorías de varias  conspiraciones políticas y sociales

La escritora Myrtha Schalom

En su libro “La Polaca”, hizo un formidable trabajo de investigación. Los relatos familiares, los documentos y las cartas, contaban la historia. En esta se ven los matices y contradicciones, que la hacen más creíble y real:

La “conexión” Helke

“Hasta fines del 2001 no tenía pistas nuevas sobre quiénes ingresaron a Raquel Liberman a la prostitución.

Recién ese año en la Hemeroteca de la Biblioteca Nacional, se me reveló que la cuñada de Raquel Liberman, Helke, podría haber sido el verdadero enlace con la Migdal. Esta era propietaria de una casa de lotería de Tapalqué, afiliada a la Migdal  y fue detenida por el juez Rodríguez Ocampo.”

La trata de blancas conlleva en sí una profunda dosis de dramatismo pero descubrir, en el caso de Raquel Liberman que posiblemente fue su propia familia la que la condujo al prostíbulo torna más dolorosa su historia.  Eso no opaca la responsabilidad que le cupo a la Zwi Migdal.

Cuando Raquel Liberman ratificó la denuncia con su nombre de soltera y ocultó su  condición de viuda, salvaguardó a los hijos del oprobio y seguramente por eso, el comisario Julio Alsogaray y el magistrado, Manuel Rodríguez Ocampo, aceptaron y respetaron las condiciones impuestas por ella Es probable que su decisión de obtener la visa para regresar a Polonia en 1934, estuviera ligada a la idea de separar a sus hijos de Helke, quien oficiaba de madame del prostíbulo.

Pero el viaje a Polonia nunca tuvo lugar. Unos meses más tarde, el 7 de abril de 1935, Raquel fue internada en el hospital Cosme Argerich donde murió a los 35 años, de cáncer de tiroides.

Habían pasado trece años de aquella llegada a Buenos Aires. Si aquel regreso a Varsovia no se hubiera malogrado, José y Moisés, sus hijos, hubieran caído en las garras del nazismo que ya sobrevolaba Alemania y especialmente, Polonia.

Con la novela intento reivindicar su lucha no sólo por Raquel sino por el legado que deja a las demás mujeres que bregan por defender su dignidad y libertad  y por las víctimas de la trata que no son escuchadas.”

 Myrtha Schalom

La escritora investigó la historia de Raquel Liberman en su libro “La Polaca” (Galerna)